La tostá triguereña es una comida muy sencilla típica del pueblo de Trigueros. Ha tenido tanto éxito que incluso en la capital se puede ya comprar el tipo de pan que requiere su elaboración. Es muy común su consumo todos los meses del año, pero sobre todo en invierno.

Aunque se puede hacer en un tostador, lo suyo es hacerlo como manda la tradición: en la candela. Para ello los triguereños inventaron un artilugio de hierro donde se mete el pan. Éste se coloca cerca de las brasas, una distancia media para no achicharrarlo en dos minutos.

La tostá triguereña se puede acompañar de lo que queramos. El pescado frito (unas buenas sardinas o caballas) o en escabeche es lo clásico, pero se nos ocurre que con una buena chachina o para acompañar una sopa, tiene que estar también de muerte lenta.

Esto es el lujo de lo sencillo.

tosta-triguereña

El cocinero: Juan Manuel Seisdedos

Hoy tenemos un cocinero de categoría. Nada más y nada menos que el artista onubense Juan Manuel Seisdedos, que nos recibe con cariño en su espacio Harina de otro costal. Sabemos que si bien Seisdedos no es del pueblo, ha adoptado las buenas costumbres. También las culinarias, como ésta.

Por eso, aprovechando que tienen un precioso evento de tango y que van a cocinar asado argentino en los jardines, nos invitan a que probemos también la tostá triguereña, que vamos a elaborar aprovechando las brasas del asado.

Una recomendación además de la tostá: visitar Harina de otro costal. No deja indiferente.

Receta: tostá triguereña

Ingredientes: Carrillo de medio kilo (tipo de pan que se hace en Trigueros), aceite de oliva virgen extra de Trigueros, un diente de ajo, sal, lo que queramos para acompañar el pan.

Preparación: Con un cuchillo hacemos incisiones verticales y horizontales en el pan, de manera que quede como una cuadrícula. De esta manera nos aseguramos que el aceite penetre en el pan, que es grueso. Colocamos el pan junto a las brasas de una candela, si puede ser en los artilugios que los triguereños han creado para tal fin. Lo ponemos a una distancia media, para que no se queme muy deprisa. Debe estar doradito por la parte de las incisiones. Una vez tostado, le restregamos un ajo y le ponemos el aceite de oliva y sal gruesa. Nosotros nos lo comimos así, tal cual, sin ningún acompañamiento. Y es bocado de los dioses.