Es tiempo de setas. Y tenemos suerte porque nuestra provincia es de lujo para eso que se denomina turismo micológico, y que cada vez está más de moda. Son muchas las propuestas en este sentido. Nosotros nos hemos pasado por las Jornadas Micológicas de Aracena, que organiza la Asociación Amanita, pero no es la única. Cuando llegan las primeras lluvias de otoño y hasta la que hace su acto de presencia el frío, Huelva se llena de actividades seteras cada fin de semana.

La magia de los bosques en otoñoUnas jornadas micológicas consisten en una actividad de carácter turístico y divulgativo donde el objetivo es buscar y recolectar setas, aprender sobre ellas y normalmente, al final, degustarlas. Son todo un triunfo porque ir a unas jornadas micológicas o a una ruta de setas supone disfrutar de naturaleza, deporte y gastronomía todo en uno. Sin duda una buena manera de sentir Huelva.

Aprender sobre microflora viene de la costumbre antigua de salir a buscar setas. Hoy día es una delicia para los urbanitas abandonar el asfalto y el humo de coche durante un día y adentrarse en los paisajes mágicos de nuestra provincia para toparse con estos curiosos seres, que no son ni animales ni plantas, que tienen formas y colores extraños y que además se pueden comer (¡no todas, ojo!)

Así que allá que nos fuimos, por esas carreteras con curvas y entre montañas. Qué rico notar el cambio de temperatura de la ciudad a la sierra. Ese frescor en la cara al bajar la ventanilla. Ese olor a bosque inconfundible y si cruzas algún pueblo el aroma a las primeras chimeneas del año. Tan lejos tan cerca. Aquí sí es otoño, aquí sí hay árboles caducos que cambian de color, como en los libros, como en la pelis.

Aquí sí es otoño, aquí sí hay árboles caducos que cambian de color, como en los libros, como en la pelis

El Parque natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche es de alucine. Esas dehesas de alcornoques, encinas y quejigos, sus castaños, la fertilidad del Valle del Múrtigas… Y para terminar de sumar belleza, las setas. Hay más de 500 especies en Huelva, uno de los territorios más prolíficos en hongos de toda la Península. Algunas de ellas no están ni catalogadas. Esto es un paraíso de tanas (Amanita Cesarea), gallipiernas (Macrolepiota Procera), tentullos (Boletus).

Acudir a este tipo de actividad es sin duda divertido, pero también muy educativo y para todas las edades. Se trata de conocer mejor nuestro entorno y así aprender a respetarlo. La experiencia es completita. Si además al terminar la búsqueda te comes el resultado, el día es redondo. Nosotros tuvimos la suerte de probar distintos tipos de preparaciones en las mismas Jornadas. Después degustamos la maravillosa propuesta con tanas (amanita cesárea) que nos prepararon en el restaurante Montecruz de Aracena.

La Jornadas en las que nosotros participamos constan de tres partes. Una salida al campo con posterior degustación de setas, una exposición de los hongos en el Teatro de Aracena y charlas y ponencias a cargo de expertos micólogos.

Ir a unas jornadas micológicas o a una ruta de setas supone disfrutar de naturaleza, deporte y gastronomía todo en uno

El primer día tiene lugar la salida al campo a primera hora de la mañana. Se hace por los parajes de Valdelarco y Navahermosa. Se organiza por grupos y a cada grupo se le asigna un monitor que controla del asunto. Normalmente se le pide a todo el mundo que recoja cualquier tipo de seta que encuentre.

Más tarde los expertos inspeccionan tu cesta y si eres un principiante, te tiran la mayoría de lo que has cogido. Es precioso echar a andar por ese paisaje serrano y empezar a ver setas entre las hojas del suelo, bajo los troncos de algunos árboles e incluso en la madera podrida. No desesperes. Si es la primera vez que lo haces es probable que te vuelvas a casa con sólo pocos ejemplares. La mayoría de setas que los amateurs nos encontramos son de poco valor culinario o incluso no comestibles. Por eso la actividad es totalmente segura. Los monitores van impedir que nos intoxiquemos con alguno de nuestros hallazgos.

Para ir a coger setas necesitas dos elementos básicos: una cesta y una navaja. La cesta mejor si es de mimbre, para meter las setas y que así puedan respirar (nunca uses bolsas de plástico) e ir soltando sus esporas entre las rendijas del mimbre. La navaja debe estar bien afilada y cortar la seta por la base, la parte del tronco más cercana a la tierra. No la arrancamos ni cortamos por completo para asegurarnos de que puede volver a creer. Uno de los puntos clave del disfrute de las setas es ser responsable con el medio ambiente y no esquilmar el entorno.

Se trata de conocer mejor nuestro entorno y así aprender a respetarlo. La experiencia es completita

A mediodía empieza la convivencia entre fogones. Llegamos con nuestras cestas cargadas de setas a una especie de merendero de la zona llamado el Talenque. Allí los guías repasan las cestas de setas de los participantes y descartan los hongos según tres criterios: los venenosos y/o dañinos para nuestra salud; los alucinógenos (sí, en Huelva hay lo que llaman setas de la risa); los que no tienen valor culinario.

Ahora pasamos a limpiar las setas con un cepillo o enjuagarlas rápido sin empapucharlas. Tenemos la suerte de observar este proceso en un grupo de seteros que ha llegado al Talenque un poquito antes. Tiene montado su tinglado: ¡hasta una pata de jamón! Y no nos dejan irnos sin probar todo lo que tienen, no sólo las setas. Esto sí que es vivir Huelva y disfrutar de su entorno.

Para las Jornadas de Aracena se ha cocinado un guiso que disfrutamos de lo lindo. Lo ha hecho Ayala, que además de ser teniente alcalde de Nerva es un gran setero y un magnífico cocinero. La base es carne de ciervo cazado en montería y el proceso no es precisamente rápido. Este tipo de carne es potente al paladar, así que Ayala la desangra y le da un hervor primero.

Ayala nos contó la receta paso a paso y la compartimos contigo. El nervense hizo un refrito de verduras ecológicas de su huerto (pimiento, cebolla, tomate y ajo), aderezado con pimentón de la Vera. Añadió la carne, que rehogó y animó con un oloroso de nuestro Condado. Ahora es el turno de de las papas y las setas. Y al final infusionó especias de la tierra, como orégano, comino o tomillo. Un auténtico placer para el paladar.

A la tarde las Jornadas continúan con la exposición de setas en el Museo. Así que si tienes buenos ejemplares es muy posible que te los pidan para exponerlos. Para terminar la actividad, las Jornadas se completan con conferencias sobre micología que también tienen lugar al día siguiente.

Coger setas en Huelva es para nosotros la actividad estrella del otoño.

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